Un poema disciplente, sin escrúpulos e insolente, para cada día de un año bisiesto. RUBEN CARCAMO BOURGADE
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Cuando en Rubens, ese carnicero borracho del olvido con sus plumones de carne donde amar no se puede ni con misa diaria ni con su venus en el espejo arde la pincelada calcada de sus discípulos y miente.