Cuando Pablo; San Pablo el que inventó la iglesia,
Diego, de Almagro que tropezó con Chile,
José, Miguel Carrera que lo asesinaron,
Juan, Sin Tierra pero con Carta Magna,
Nepomuceno, o Nabucodonosor
Crispín, el aventurero,
Trinidad, Tobago
Ruiz, Díaz de Vivar
Blanco, o negro,
Picasso que en Chile sería un suceso,
decidió llamarse Pablo Picasso;
denominó sin temores
su propia huella
y la huella misma desconocía esa pisada,
perfecta y limpia,
anónima
para nacer de nuevo
con nombre propio
y apellido.