Cuando Neruda es ilusionista
de la imagen de sinestesia
ves el truco. No hay sinónimos,
ni más explicaciones
acabará como estatua de bronce
cual Gardel,
que cada día canta mas despacio.
…Y a propósito;
dejen de colgarle el pucho,
de soplarle la bufanda
y repetir sus atoradas alabanzas
que no ven
no da más
sus huesos quebradizos y ambarinos
soportan lamentos argentinos
como las flatulencias envasadas de nuestro bacalao.