Un poema disciplente, sin escrúpulos e insolente, para cada día de un año bisiesto. RUBEN CARCAMO BOURGADE
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Cuando la revolución de octubre
y esos
diez días que conmovieron al mundo
mataron a John Reed de tifus
pero salvaron al Neruda
quien estuvo exactamente a una canción desesperada,
del suicidio.