19 ALLÍ, ALLÍ















Cuando en Punta de Tralca
lamento las gaviotas
que flotan cabelleras de mis hombros
y torna el viento en delirantes ráfagas cincelando
aquel rostro de abiertas alas.
Hay un goce junto a las olas
que me deshace y pule
pues pretendo a ese vuelo
hermanar ésta, mi ceniza.