Mujer te llamas remembranza
y te pareces a todas y a ninguna.
Eres música y luciérnaga
Cual víbora de ensueños
fosiliza su mirada de crápula y metralla
al eterno femenino en el dominio de esa luna
que nunca fuera mía y única.
Infiel
Las veces que mordiste sutilmente
desde las pompas de jabón que eran mis promesas
hasta el granito con sus códigos perpetuos
tus nombres fueron miles
tantos
como los poemas que te dije.