Un poema disciplente, sin escrúpulos e insolente, para cada día de un año bisiesto. RUBEN CARCAMO BOURGADE
28 ARRIBA
Cuando me dicen que predico
desde mi Torre de Cristal
y el trazo de los volantines,
es la torre de mis sueños
piloto de la flecha sola que navego
donde escucho voces hondas de mis muertos
compañeros.