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Por si acaso Javier Marías, las palabras,
no son tuyas
no son mías
ni de alguien, ni siquiera de cualquiera
a lo más; de unísonos variados y distintos variopintos
que es como decir de nadie mismo.
Ustedes lectores deben fingir
hacer las inflexiones con exclamaciones
y las pausas correspondientes, repetirlas
y si lo amerita la ocasión, sin escrúpulo excesivo,
que sea con buena educación,
como si fueran instrucciones
en las cuales no hay nada personal. Sonrían.
Pero, no hagan caso
en verdad no significan nada
la idea siempre fue matar ese silencio
para no pensar en la batalla.