Cuando
comenzó la revolución con 33 años de Fidel
El Che con la misma edad de los Beats el 59
y entró en La Habana.
Era la misma hora,
el mismo día para el Che
y la muerte de mi padre.
Todos ellos promediaban 30
nadie conocía sus versos de poetas,
ni a los partisanos del Granma
y nadie nunca supo de mi padre
flameando sobre el muelle Prat
a la hora de su campanada.
Los Beats jamás creyeron que serían leídos por decadentes
El Che jamás pensó adornar las camisetas
Ni Fidel creyó que llegaría a viejo
Ni mi padre
que yo leería este poema.
Y que me disculpe al autor de esta balada.