159.- COMUNES MUERTOS


Cuando los comunes muertos
son:
Los huesos cubiertos por la piel con
tanta tibia en la tarde humedecida y un
poco de cartílago entre huesos en
consuno que presumo son
contendientes del amor presente
y furioso contingente que te apremia.

La amante impresentable que llama y llama
a la hora exacta señalada cuando estamos
distantes del mantel.

Ese largo viaje programado
a la sombra de un dintel
y por supuesto los abandonados que enterramos
y olvidamos.