171.- LOU SALOMÉ




Cuando Lou Salomé,
era frutosamente impura,
cogia en su monte de Venus
esperma deliciosamente oceánico
de Freud, 
de Tonnier Rilkemente
pero no de Nietzsche ¡Jamás!
Para el cual no hay monte alguno
apenas  Monte Sacro
y paseos vespertinos
bajo un círculo de buitres
oteando las frágiles y leves
amebas de sus sesos.