Cuando podría recordar a Schoppenhauer
el que va del dolor al tedio.
Sería un presumido toque de elegancia
en estos versos.
Pero es obsoleto. Es cuento viejo.
Hoy no se comulga con absolutistas,
mas bien nos mofamos de sus profundidades
Son peces del abismo con su lucecita.
¿Para qué descender a descubrir
esas presunciones
o pensamientos provisorios
de la cual se alimentan allegados como tú?