62 UNA DE TANTAS












Cuando el Vino blanco con sus trigos
de dorado resplandor
es Patricia marital
en cualquier iglesia de adobe
azotando sus cabellos rubios
al vigor de los membrillos.
Y sus pechos casi nuevos
son la fracción del pan temprano
o la torta rutilante de los higos.

Todavía sus rayos luminosos me fragmentan
como el oro de monedas
en las manos huecas de un mendigo.

Detona su franca risotada
que devoro en pleno Enero
cuando escapa saltarina
y evasiva
o
imposible
como siempre.
Y regresa
a mirar lo que me rompes dentro
te lo pido.