301.- LA LETRA L

Cuando la letra “L
presume un deportado disparo separado
disperso o excluido
lo cual en el diccionario bíblico se define como diáspora
y se resume en el desbande
por Rusia, Cuba, México, Rumania, Francia, España,
Suecia, Holanda, Italia, Hungría o Canadá
y se asumen como:
albergados, 
amparados, 
huérfanos,
refugiados 
menesterosos.

Si se hubieran desbandado
por Argentina, Uruguay, Perú, Bolivia, Colombia o Paraguay
serian muertos, víctimas, suicidas
difuntos, extintos, fallecidos,
momias, o turistas donde la vida vale nada.

Estarán en su dorado exilio dicen
aprenderán a mirar el paisaje que desnuda
y desterrar a los hijos de sus hijos
o en pobreza.

Estarán,
midiendo la distancia de las desconocidas nubes
que no dicen cuando lloverá,
a la intemperie con maletas viejas y encomiendas
o llorando sin saber por qué
bronceados, pintarrajeados con su banderita tricolor
ondeando
estamos todos bien; mándame chancaca.

Todo esto me lo informo antes de que llegue
el mal de olvido, mal de mar,
mal congénito y epidemia en las bibliotecas de mi casa .

(La letra L se suprimió de los pasaportes en 1983)

Ahora somos retornados, repatriados, reintegrados
repatriando los olores, el acento y las maneras.

Estamos todos juntos sin decirnos nada
reconociendo la manada
a la cual pertenecimos nunca
sobrecogidos sobrevivientes y sobrantes.

Estamos y estaremos,
una vez más y como siempre
con las maletas hechas,
y en veremos.