Un poema disciplente, sin escrúpulos e insolente, para cada día de un año bisiesto. RUBEN CARCAMO BOURGADE
83 VIUDA
Cuando la Viuda me enlesa
sé como Teillier,
que siempre hay en mí,
una mujer que amé;
sobre todo cuando bebo licor de oro
y devoro un imbunche carnoso
dependiendo siempre del apetito
y la hora del día.